Revolver (2005)

Hay algo de tí mismo que no conoces. Algo que negarás que siquiera exista hasta que sea muy tarde para remediarlo. Es la única razón por la que te levantas en la mañana, la única razón por la que sufres a tu jefe de mierda, la sangre, el sudor y las lágrimas.

Debo reconocer que la primera vez que vi "Revolver" no me gustó. No fui el único; hasta el día de hoy es el único gran fracaso comercial de Guy Ritchie y fue bastardeada en su momento por cuanto crítico desease hacerse oír. Fue un fracaso tan rotundo, de hecho, que Ritchie pasó tres años sin poder dirigir de nuevo hasta que alguien decidió darle una chance con "Rocknrolla".

El punto es que volví a verla hace poco y sencillamente no puedo entender que me pasó por la cabeza en su momento. Aquí tampoco fuí el único, ya que aparentemente "Revolver" se ha convertido en una película de culto en los últimos años. Es extraño. Luego de "Snatch" o "Juegos, trampas y dos armas humeantes", quizás pasó que todos esperaban un poco más de lo mismo y si bien la temática de gángsters está presente se trata de una película mucho más profunda y diferente.

O quizás alguna obras sean como los buenos vinos: necesitan respirar para ser apreciados por lo que son.

El argumento de "Revolver" gira alrededor de una típica trama de gángsters de Guy Ritchie. Jake Green (Jason Statham) es un ex-convicto que, luego de pasar siete años en prisión decide poner en marcha un complejo plan de venganza en contra de Macha (Ray Liotta), el mafioso responsable de la muerte de su cuñada.

Jake ha aprovechado sus años en la cárcel, aprendiendo todo sobre el fino arte de la estafa y el juego. Gana una pequeña fortuna con sus nuevas habilidades, y, cuando finalmente confronta a Macha termina con precio por su cabeza, lo que lo lleva a ser rescatado de un intento de asesinato por dos hombres, Avi (André Benjamin) y Zach (Vincent Pastore), quienes de paso le informan que Jake tiene una extraña enfermedad que lo matará en menos de tres días. Para salvarse deberá hacer todo lo que Avi y Zach digan... y entregarles todo su dinero en el proceso.

La primera mitad de la película tiene entonces un formato similar a "Snatch", entretenido y con ritmo, con Jake intentando adivinar la manera en la que (cree) lo están estafando mientras conoce a pintorescos personajes del submundo del crimen. Y de a poco, dejando pistas sueltas, se va convirtiendo en una película de contemplación sobre la vida, la muerte y los juegos que la mente juega con nosotros mismos. Las escenas van y vuelven, dibujando nuevos sentidos a situaciones ya establecidas, y la conclusión llega de manera casi Shakspereana; no entendemos del todo el camino que estamos tomando hasta que llegamos al final del mismo.

Ahondar más en el argumento sin arruinar la película es imposible. Pero sepan que tiene la calidad fílmica de cualquier obra de Ritchie y enormes actuaciones; incluso Statham demuestra que es mucho más que un muñeco para películas baratas de acción. Hay una escena brillante donde Jake se confronta a sí mismo en un ascensor vidriado, parado en el piso 13. Es casi un unipersonal de 10 minutos, totalmente atrapante, que marca un momento pivotal en la película.

La trama (y la conclusión) tiene múltiples interpretaciones. Algunos la considerarán profunda y otros caótica y pretenciosa pero, para bien o para mal, es una película que prometo los dejara pensando. Recomendadísima.

2 comentarios:

  1. Una película genial a mi parecer. Al principio parece más de lo mismo pero sin el ritmo necesario para que funcione... sin embargo el final es extreaordinario. Vale la pena.

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  2. Una película genial a mi parecer. Al principio parece más de lo mismo pero sin el ritmo necesario para que funcione... sin embargo el final es extreaordinario. Vale la pena.

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