En esta oportunidad llenan de colores y música la novela fantástica Los incursores de la escritoria británica Mary Norton, que tiene casualmente el ingrediente base de todas las películas de Studio Ghibli: lo pequeñito, lo sutil, lo diminuto.
Arrietty es una niña que forma parte de una familia de buscadores: personitas del tamaño de la palma de la mano, que viven debajo de casas de humanos y buscan por las noches aquellas cosas necesarias (como alimentos, objetos perdidos) que los humanos no notarían que faltan.
La supervivencia de esta especie siempre dependió de esconderse de los humanos, pero Arrietty con su inocencia y curiosidad infantil comienza a hacer contacto con Shō, un niño que llega a la casa enviado por su madre para mantenerlo en paz...
Difícil es poner en palabras una historia tan hermosa y tan repleta de amor, significados, valores, detalles... pero sí les fue posible a Studio Ghibli traducirla a un despliegue fascinante de colores junto a una delicada banda de sonido, logrando una película de animación japonesa imperdible.
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