Moebius (1996)

Moebius es un título que le termina quedando grande a la película.
No es mala ni mucho menos aburrida, sin embargo debo decir que si se hubiese hecho un Corto de 40 minutos probablemente tendría mucho más valor del que se gana como película a la hora de caer en análisis.
De todos modos se valora el esfuerzo de estudiantes con poco o nada de experiencia, ni en cine, ni en matemáticas, ni en filosofía. Podría haber salido algo penoso, y por suerte, no ocurrió.

Cabe destacar que la introducción es impecablemente buena. Al mejor estilo documental se presenta un breve análisis de la realidad socio-filosófica de los subtes porteños (que no se pasa a pretencioso), y lentamente va mechando el dilema que será luego el eje de la película. Un dilema atractivo: "desaparece" un tren en la complegísima red de subtes de Buenos Aires.
Chan!
Claro que el mérito de la idea le corresponde al escritor del cuento Subway named Möbius, el estadounidense Armin Joseph Deutsch, que lo publicó en 1950 en la colección de historias cortas Fantasia Mathematica.

Uno de los aspectos en los que nos deja con las ganas es en las matemáticas. Con ese título y esa presentación del problema, uno espera que durante el desarrollo de la película nos expliquen un poco, al estilo Paenza, sobre las curiosidades del infinito y de esta cinta mágica... pero no. A duras penas se presentan ideas y conceptos, y se termina de hacer agua exactamente en la escena en la que Daniel Pratt, matemático especializado en topología ("la fascinación por el análisis de la superficie", según Jean Pierre Reguerraz en su rol de director de la construcción del Perimetral de la red de subtes) y asignado para resolver el problema, da la explicación de la 'situación matemática' en la que se encuentra el tren.
El reparto y las actuaciones son bastante buenas, por ejemplo, el director general de los subtes está correctamente representado por Roberto Carnaghi. El que no me terminó de convencer fue Guillermo Angelelli encarnando al matemático Daniel Pratt. Sobreactúa un poquito.
Se nota claramente que la película está llevada adelante por cienastas en su totalidad, ya que no se sumergen en profundidad en los otros aspectos que presenta la película (matemática, filosofía), sino que muestran básicamente 'la imagen de un matemático según un estudiante de cine', y una reflexión filosófica de alguien que claramente no está muy acostumbrado a debatir sobre cuestiones filosóficas. (no digo que yo lo esté, digo nomás que se nota eso)

De todos modos, no es una mala película, pero no va más allá de una hora y media de distracción sin mucho más. (Sigo pensando que si la hubiese dirigido, por ejemplo, Aronofsky -que se lució con Pi-, sería un tremendo peliculón)
Veanla si tienen ganas, pero no se pierden de nada si no la ven.


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1 comentario:

  1. Después de verla no volví a subirme a un subte sin pensar en el final de esa película...

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