Es buena de todos modos (mi desilusión tiene sentido y clara justificación):
La vi porque es del mismo estilo y director que Les triplettes de Belleville (Don Señor de los señores peliculones xD ).
Es animada, con ese estilo de dibujo muy crudamente realista y un carácter grave y pesado, dado entre otras cosas por el ritmo lento y la escasez casi total de diálogos (los personajes principales ni siquiera comparten el mismo idioma así que a penas se hablan), además de estar situada en la Escocia del '50.
El guión es de un antiguo actor y director francés, Jacques Tati, que por diversas razones nunca lo pudo llevar a la pantalla.
Lo que logra Sylvain Chomet es, a traves de su destacada capacidad de dirección, traducir al lenguaje cinematográfico el mensaje que transmite la historia original. El personaje principal es un mago que se encuentra ya viejo, y que al parecer mientras él fue pasando día tras día de su vida sacando al conejo de la galera el mundo siguió girando y él se quedó en un punto estático volviendose cada vez más obsoleto. Sin embargo pareciera que en él sigue todo así. No hace mucho por su vida pero tampoco pretende mucho ni se interesa ni se afecta demasiado por nada que lo rodea, y así llega a la etapa adulta en donde recién aparecen unos que otros cambios en su rumbo pero él sigue dentro de todo como en "la nada misma", la dejadez, que, con efecto del tiempo, va "barriendo" lentamente la "ilusión".
Por eso es buena, pero no le pidas más de lo que ya sabés que te va a dar.
Es para tomarse un rico café doble y verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario