Harry Caul (Gene Hackman) es posiblemente el mejor especialista en vigilancia del país. Perfeccionista, solitario y reservado, pasa la mitad de su vida espiando por encargo y la otra mitad evitando ser espiado. Hackman construye de manera brillante a un personaje que ha perfeccionado sus habilidades a costa de ciertas cualidades humanas; puede confesarse por robar un diario pero no porque su trabajo termine matando a alguien - el resultado de su trabajo, explica, no le interesa. Es un profesional. No hace preguntas porque no le corresponde pero, principalmente, porque no quiere tener que lidiar con las respuestas.
La película comienza justo en mitad de su mejor trabajo: espiar a dos personas en medio de una enorme plaza pública en San Francisco. A través de un número de escenas brillantes (con una impecable edición de sonido - quizás una de las mejores que haya oído), encontramos a Harry resolviendo el problema y, mientras trabaja en el resultado final, repitiendo la grabación una y otra vez, se convence de que alguien morirá a causa de ella.
Lo interesante es que mientras progresa la trama su propia interpretación de esa grabación va cambiando. Tiene en sus mandos un documento sólido e innegable pero lo que entiende sobre el mismo varía; la grabación es clara pero se niega a revelar su significado. Y es justamente la búsqueda de ese significado lo que lleva a hundirse en una conspiración de espionaje corporativo y asesinato, obligándolo a confrontar decisiones morales respecto a su trabajo.
"La conversación" es un thriller brillante construído alrededor de una sola línea de diálogo. Habla sobre paranoia, invasión de privacidad, espionaje y crisis de consciencia en un hombre que no desea saber, pero lo hace, y como ese conocimiento lo destruye de a poco.
Coppola dirigió a "La conversación" como un proyecto pequeño entre la filmación de las dos primeras partes de "El Padrino". El hecho de que "La conversación" fuese nominada al Oscar por mejor película y perdiese ante, justamente, "El Padrino II" es testamento de la calidad de esta obra. Brillantemente filmada y actuada, con una banda sonora minimalista a cargo de David Shire y un trabajo increíble de edición de sonido a mano del legendario Walter Murch, "La conversación" es una de las mejores obras de los '70 y uno de los mejores thrillers de la historia. Recomendadísima.
Pedazo de película, gran final..
ResponderEliminarExcelente banda de sonido, excelente.
ResponderEliminarY la trama es digna de haber sido un libro, me imaginaba que podía ser uno de esas novelas que empezás a leer y no podés soltar hasta el final.