Director: Slobodan Sijan.
Un grupo de personas viaja, el día 5 de abril de 1941, desde algún remoto lugar del interior de Serbia hasta la capital, Belgrado. Suben al colectivo de la compañía Krstić dos gitanos, un veterano de guerra, un simpatizante nazi, un cantante, un tuberculoso y un hombre con una escopeta. Conducen el colectivo el viejo Krstić y su hijo Miško. Y más tarde suben nuevos pasajeros. Tendrán una larga travesía hasta llegar a la capital serbia, en medio de los rumores de guerra.
En sí la película es una comedia que toca muchas cosas que como argentinos nos pueden llegar (en el sentido de que la ruralidad serbia es más bien berreta y poco romántica; la gente hace más bien poco por esconder la hilacha). Para balancear su lado cómico, la película entera en sí es una suerte de alegoría ante la segunda guerra mundial, en particular los deseos de cada uno de los pasajeros. Y sobre todo, el canto de los gitanos.
Es una película famosa, se consigue fácil en internet y tiene subtítulos hechos por argentinos (eso es muy importante: una de las mejores partes de la peli son los insultos, y si los ponen en gallego pierde un poco de gracia). A falta de trailer, y para seguir con mi tradición de contar lo menos posible sobre la trama, les dejo la primer escena de la película, con la traducción de lo que cantan los gitanitos:
El sol está saliendo...
Una voz llega...
desde lejos.
La gente pobre de los alrededores...
espera la salida del sol.
A Belgrado, a Belgrado...
con la Compañía Krstic.
La gente está preparada.
Tienen todas las razones para viajar...
pero suerte no tienen ninguna.
Yo soy un desafortunado.Desde que era niño...
con toda mi pena...
canto canciones.
Ojalá, madre adorada...
que todo esto sólo fuera un sueño
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