- Dirección: Diego Lerman
- Guión: Diego Lerman / Maria Meira
- Adaptación de la novela "Ciencias Morales" de Martín Kohan
Con una historia que se presta para bastante, una fotografía muy respetable y actuaciones convincentes, cabe destacar que esta película me dejó con ganas de más.
Se manejan muy bien los simbolismos a lo largo de la película, y logra mantener un halo de suspenso. No obstante me dejó sabor a poco.
Marita, la protagonista es una mujer joven, casi adolescente, que cumple un rol de preceptora en el Colegio Nacional de Buenos Aires en el año 1982, previamente a la Guerra de Malvinas. En un entorno marcado por el conservadurismo y el estricto apego a la disciplina, Marita cumple su rol ejemplarmente cuando, para su propia intranquilidad y perturbación, se siente atraída por la rebeldía de uno de los alumnos.
Esta tensión entre su apego al deber y la perturbadora obsesión con la rebeldía la lleva a una crisis personal que se desata, no solo en su interior, sino en su entorno. Por su parte, Marita se obsesiona con el cigarrillo, considerado un símbolo de la rebeldía: el origen del cáncer de la subversión y se aboca a detectar a los alumnos que fuman espiándolos hasta en el baño.
Imposible despegarla del entorno político, ya que la película es una con el mismo. El director del colegio muy parecido a Joseph Stalin
Igualmente, insisto en que me quedé con ganas de más.
Se manejan muy bien los simbolismos a lo largo de la película, y logra mantener un halo de suspenso. No obstante me dejó sabor a poco.
Marita, la protagonista es una mujer joven, casi adolescente, que cumple un rol de preceptora en el Colegio Nacional de Buenos Aires en el año 1982, previamente a la Guerra de Malvinas. En un entorno marcado por el conservadurismo y el estricto apego a la disciplina, Marita cumple su rol ejemplarmente cuando, para su propia intranquilidad y perturbación, se siente atraída por la rebeldía de uno de los alumnos.
Esta tensión entre su apego al deber y la perturbadora obsesión con la rebeldía la lleva a una crisis personal que se desata, no solo en su interior, sino en su entorno. Por su parte, Marita se obsesiona con el cigarrillo, considerado un símbolo de la rebeldía: el origen del cáncer de la subversión y se aboca a detectar a los alumnos que fuman espiándolos hasta en el baño.
Imposible despegarla del entorno político, ya que la película es una con el mismo. El director del colegio muy parecido a Joseph Stalin
Igualmente, insisto en que me quedé con ganas de más.
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