Para los enamorados del cine argentino, Las Acacias es una razón más para mantener ese amor vivo.
¿Por qué?
Es como destapar un frasco de esencia de rosas e instantáneamente captar con un sólo sentido todo el significado de la flor...
¿Muy hippie?
No es la idea. Pero sí el concepto de simplificar el mensaje, de captar el trasfondo y despejar todo para que se vea sólo eso.
¿Y cuál es ese mensaje?
Para verlo bien, dispongan de 82 minutos de su tiempo libre, y se van a encontrar con 1500 kilómetros de ruta que une no sólo a Asunción del Paraguay con Buenos Aires, sino también a Jacinta con Rubén, junto con la pequeña Anahí.
Estos tres personajes representan lo que Giorgelli (creo) quiso decir que corre por las venas (las rutas) argentinas:
el hombre adulto, esa cara cansada y llena de dureza y de silencio,
lo blandito del cuerpo de un bebé, la ternura,
... y la elasticidad de la sonrisa de una mujer que es madre.
Lo que pasa cuando estas tres esencias se juntan en argentina, lo van a ver claramente en la película.
Y prepárense el mate antes de darle Play. :D
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